Hay noches de pesadilla y sueños angustiosos que te dejan muy inquieto al despertar.

Es el caso de soñar que estás paralizado, un sueño horrible que tienes que interpretar antes de olvidar porque puede ser muy útil para reconocer tu situación.

Descubre en nuestro diccionario de sueños qué significa soñar que estás paralizado.

Soñar con estar paralizado - Significado

Puede que quieras correr porque alguien te persigue, puede que quieras moverte para defenderte o puede que ni siquiera haya peligro, pero el hecho es que estás paralizado y no puedes moverte.

Este sueño angustioso suele ir acompañado de la imposibilidad de hablar o gritar y, en cualquier caso, se trata de una pesadilla.

Pero las pesadillas ocurren por algo y es para enfrentarte a tus miedos. En el significado de este sueño en el que estás paralizado encontramos grandes dosis de miedo, pero también dudas, estrés, inseguridad y ansiedad.

Qué perspectiva más sombría, ¿verdad? En esta situación es bastante difícil que te muevas.

Por eso te paralizas. Por miedo al fracaso, por dudas antes de tomar una decisión importante, porque el estrés te agobia, porque tu inseguridad está ganando la batalla o porque la ansiedad domina tu vida.

¿Qué puedes hacer? No sería peor que estuvieras atado con cadenas, porque estás paralizado en tu interior.

No se desespere con esta interpretación negativa y, sobre todo, no se rinda. La pesadilla no es una amenaza ni un peligro, es una invitación a reaccionar porque sólo es una metáfora onírica.

Ahora puedes despertarte y, sabiendo cuál es el problema, seguro que tienes fuerzas suficientes para volver a ponerte en marcha.

En la mayoría de los casos, cuando soñamos que estamos inmóviles, no lo estamos pasando bien.

En general, el significado de soñar con inmovilidad está relacionado con situaciones complejas a nuestro alrededor, hay cosas que nos están paralizando, no sabemos qué dirección tomar, o alguien o algo nos está influyendo para mal.

A continuación encontrará interpretaciones de los sueños con parálisis, inmovilidad o petrificación.

Cuando en nuestro sueño no podemos movernos aunque lo intentemos, es porque tenemos grandes dudas sobre nuestro futuro, no estamos seguros de si lo que antes nos hacía sentir cómodos y felices es ahora lo que realmente queremos.

Cuando en sueños estamos inmóviles en contra de nuestra voluntad, es decir que alguien o algo está haciendo que no podamos movernos, es una clara advertencia de que no debemos creer todo lo que nos dicen, alguien está intentando impedir que hagamos algo, puede ser por envidia o venganza.

Cuando soñamos que no podemos mover las piernas o las manos, por ejemplo, es un mensaje de que estamos actuando sin pensar en las consecuencias, es una invitación a hacer un alto en el camino antes de continuar.

Si en un sueño queremos huir o correr pero no podemos, es un anuncio de que van a venir situaciones complicadas y por ahora no vas a poder evitarlo, lo mejor que puedes hacer es estar tranquilo y esperar tu momento.

Si en el sueño nos quedamos quietos por voluntad propia, es señal de que debemos revelarnos, se presentan algunas injusticias porque no opinamos y no damos nuestro punto de vista.

¿Qué significa soñar con estar paralizado?

Tanto en la vida real como en los sueños, cuando sentimos que estamos inmóviles o estancados queremos salir lo más rápido posible, pero solo con una actitud positiva y de trabajo podremos salir adelante y continuar nuestra vida, como personas todos tenemos grandes capacidades que podemos explotar, nunca te rindas.

Soñar que se queda paralizado es presagio de acontecimientos negativos, como la llegada de personas desagradables a su vida.

Algunos dicen que es el reflejo del deseo de volver al pasado, de vivir la vida en una constante melancolía o nostalgia. Sin duda, es un presagio de la llegada de un periodo difícil.

Soñar con estar paralizado - Simbolismo

Soñar que te quedas paralizado o inmovilizado es un sueño muy recurrente vinculado a un determinado periodo de la vida que estás atravesando.

La incapacidad para moverse o gritar cuando en realidad sólo se quiere escapar puede provocar pesadillas o episodios alucinatorios llamados alucinaciones hipnagógicas o hipnopómpicas, es decir, visiones particulares que se tienen al dormirse o al despertarse.

Soñar que se está paralizado suele reflejar una situación incómoda en la vida real, como la incapacidad para afrontar determinadas situaciones, la pereza o incluso el no querer enfrentarse a ellas.

También podría tratarse de un exceso de autocontrol que se traduce en frustración por no haber reaccionado como realmente te hubiera gustado.

En realidad, no se trata de un sueño real, ya que en el caso de la parálisis del sueño seguramente estará despierto y tendrá la sensación de poder tocar y ver lo que le rodea, pero con la incapacidad de interactuar de cualquier forma.

Durante esta fase onírica, las visiones son especialmente vívidas y reales, pero en su mayoría se mezclan con alucinaciones de criaturas terroríficas que se cuelan en la habitación y se posan con mayor precisión sobre el cuerpo del soñador, impidiéndole moverse o hablar.

Las figuras que la mente crea durante este sueño no están definidas. De hecho, es difícil reconocer caras o rasgos, pero se tiene la sensación de que son monstruosas, casi demoníacas.

Esto crea un estado de puro terror en el que apenas se puede respirar. Un observador externo durante esta fase sólo percibiría una respiración un poco más agitada y tal vez algunos gemidos.

Parálisis del sueño aislada que se produce esporádicamente y no está relacionada con ningún tipo de patología. Parálisis del sueño aislada recurrente que, aunque no está relacionada con patologías, es recurrente y provoca insomnio y dificultad para concentrarse durante los periodos de vigilia.

Las parálisis nocturnas suelen durar unos segundos o minutos, en caso de que duren más o se repitan varias veces en el transcurso de una noche, pueden crear en el soñador el miedo a volver a dormirse, a crear una especie de bucle donde el cansancio acentúa las crisis.

El sueño de estar paralizado puede explicarse científicamente por la falta de sincronización entre el final de la fase REM y el comienzo de un nuevo ciclo de sueño.

Prácticamente, la mente se despierta en la fase REM antes que el cuerpo. En este caso, los músculos están completamente paralizados mientras el cerebro trabaja a toda velocidad. De hecho, este tipo de sueño se produce con mayor frecuencia al despertarse o al quedarse dormido.

En el folclore popular, soñar con estar paralizado era la concreción de demonios o espíritus que intentaban tentar al soñador, normalmente se habla de pesadillas, súcubos, brujas o duendes.

Los judíos, sin embargo, atribuían estos sueños a Lilith, los babilonios a Lilith, y mientras en la Edad Media se hablaba de Lamia.

En Estados Unidos, los sueños de parálisis se denominan Síndrome del Viejo Han (Síndrome de la Vieja Bruja), mientras que en el Sudeste Asiático se habla de Tsong Tsuam, un espíritu maligno que visita a su víctima durante el sueño sentándose en su pecho y evitando que respire y, a menudo, asfixiándola. Un pueblo vietnamita, los Hmong, experimentó estos sueños de parálisis casi epidémicos durante los cuales algunas personas fueron encontradas muertas.

Soñar que se queda paralizado es presagio de acontecimientos negativos, como la llegada de personas desagradables a su vida.

Algunos dicen que es el reflejo del deseo de volver al pasado, de vivir la vida en una constante melancolía o nostalgia. Sin duda, es un presagio de la llegada de un periodo difícil.

¿Te imaginas despertarte durante la noche y sentir que estás paralizado? Tu cuerpo está completamente inmóvil, sientes una presión en el pecho y, lo peor de todo: experimentas una amenaza inminente, como si alguien te estuviera acechando... Parece una película de terror, pero no lo es, porque la parálisis del sueño es, sin duda, una de las parasomnias más comunes.

Más de la mitad de la población la experimentará al menos una vez en su vida, sin que ello suponga mayor problema.

Sin embargo, entre el 0,3% y el 4% de las personas sufren este fenómeno de forma recurrente.

La parálisis del sueño es una parasomnia asociada al sueño REM. Suele producirse en momentos de transición entre el sueño y la vigilia, como antes de dormirse o justo al despertarse. Lo que ocurre, en términos sencillos, es que la mente se despierta pero el cuerpo no.

Normalmente, durante el sueño REM se paralizan la mayoría de los músculos del cuerpo, para evitar lesiones.

Cuando se produce esta parasomnia, la mente despierta pero el cuerpo continúa paralizado como si siguiéramos durmiendo. La persona tiene todos los sentidos alerta: es capaz de ver, oír y sentir; pero no puede moverse.

Durante este tiempo es frecuente que la persona experimente alucinaciones hipnagógicas o hipnopómpicas y experiencias sensoriales vívidas.

Por lo general, las personas que la padecen dicen experimentar una clara sensación de amenaza y la idea de que hay alguien cerca. También es frecuente la sensación de asfixia o de presión en el pecho.

Aunque no dura más de unos minutos, todo lo anterior hace que la parálisis del sueño sea una experiencia aterradora y angustiosa. El individuo la vive con una gran sensación de vulnerabilidad, ansiedad y miedo.

Como hemos señalado al principio, el fenómeno de la parálisis del sueño es bastante común y se produce con frecuencia en personas sanas de forma aislada.

Sin embargo, existen algunos factores de riesgo que aumentan su aparición.

Hábitos irregulares de sueño: personas con turnos rotativos, que acumulan privación de sueño o que duermen de forma irregular. Esta situación genera una mala regulación del ritmo vigilia-sueño y hace más probable la aparición de un estado mixto.

En este caso, podrían aparecer elementos de la fase REM en situaciones inadecuadas.

Estrés emocional: la presencia de esta parasomnia es mucho más frecuente en periodos de alta tensión.

El estrés está relacionado con la aparición de pesadillas vívidas que suelen despertar a la persona de forma brusca y parcial, lo que aumenta considerablemente el riesgo de parálisis del sueño.

Narcolepsia: los pacientes que sufren este trastorno crónico del sueño son más propensos a experimentar parálisis.

En primer lugar, deben tratarse todas las enfermedades que puedan estar relacionadas con el origen de la parálisis.

De este modo, habrá que proporcionar tratamiento para la apnea, la narcolepsia o cualquier otro trastorno relacionado.

A continuación, es de vital importancia cuidar la cantidad y la calidad del sueño. Hay que dormir las horas necesarias y tener una higiene del sueño adecuada.

Es decir, es aconsejable realizar ejercicio físico diario, evitar las sustancias estimulantes y, sobre todo, respetar unos horarios regulares de sueño.

Por otro lado, es fundamental proporcionar información a la persona que padece esta parasomnia, para que pueda normalizar sus síntomas.

Explicarles que las sensaciones corporales extrañas que nota son típicas de la fase REM puede tranquilizarles.

Interpretar la experiencia desde el punto de vista de la lógica ayuda a reducir la sensación de amenaza.

Conclusión

Por último, la mejor pauta es intentar mantener la calma y recordar que el episodio sólo dura unos minutos y terminará.

Si estás entrenado en técnicas de relajación, éstas pueden ser muy útiles durante los episodios.

La relajación ayuda a conciliar el sueño o incluso a transformar los sentimientos de parálisis en positivos.

También puedes intentar centrar tu atención en tratar de mover una pequeña parte de tu cuerpo, por ejemplo los dedos.

Esto le facilitará el "despertar" de su cuerpo y acortará la duración del episodio de parálisis.